Después de haberle escuchado y leído en diferentes medios,
me quedo con la sensación de que J.A
Orenga no dice lo que realmente piensa.
Da la impresión de que su “discurso” sigue un guión, un
dictado y que por la cuenta que le trae, ni se lo saltará, ni sacará los pies
del tiesto (hay ese, “llevo 10 años en la Federación”).
Pero vamos por partes.
Pep Guardiola, Pablo Laso y Vicente del Bosque. Estos tres nombres suelen aparecer con cierta
frecuencia en sus alocuciones.
Los dos primeros, supuestamente, para reivindicar una
oportunidad y confianza. Cosa que no estaría nada mal, a no ser porque esto,
con estos nombres como ejemplo, no se sostiene.
Al primero, está claro, que si se le brindó una gran
oportunidad, pero J.A Orenga también
la tuvo y aunque no le saliera bien, disfrutó de ella. ¿Es que ya nadie
recuerda que entrenó al Estudiantes?.
Y el segundo, tampoco sirve. P. Laso antes de triunfar en el Madrid ya había conocido las miserias
del banquillo y, aún así, prefirió buscarse
la vida antes que arrimarse al redil federativo.
Y por último, Vicente
del Bosque, un nombre que para mí y más viendo su palmarés, se utiliza
demasiado a la ligera.
Quiero entender que el nombre de Vicente del Bosque lo utiliza como ejemplarizante de sensatez,
talante y prudencia. Como ejemplo de virtud y carácter (“El protagonismo es de los
jugadores”) pero ni aún así, pues, de no tener algo acordado con el dueño del cortijo (“Cuando Pepe Sáez me nombró no hablamos de
periodos”) tiene más a perder que a ganar.
Si España fracasa
(Dios no lo quiera), bastará con un simple “gracias y adiós”. Pero si por el
contrario los resultados acompañan y nos colgamos alguna medallita, el
banquillo de la Selección, con vistas a un Mundial y sin ausencias voluntarias,
apetecerá y mucho. Y ante ese supuesto, J.A
Orenga lo tiene muy, muy, muy complicado ante palmeros mayores y algún que otro
gafapastas que se fue con aroma a “volveré” (Es lo que tiene ser “nuevos ricos”
y frágil de memoria, pues casi da la sensación de que nos sobran los torneos en
años impares).
Preguntado sobre la famosa “autogestión”, sale muy bien del
tema, no se moja y lo lidia con gran destreza (Es lo que tiene el haber sido
monaguillo antes que fraile).
Mucho más incómodo se le nota en el “affaire Mirotic” o como
dicen algunos, “la polémica Mirotic-Ibaka”.
Ahí intenta ser políticamente correcto, se ve que tiene la
argumentación y las respuestas bien aprendida y enfatiza descaradamente en lo
de “Desde
la Federación se ha hecho y se está haciendo un trabajo importante para
conseguir que estén los dos” (que bien aleccionado los tiene el sultán
federativo).
Por cierto, ¿Qué pensaría de esto el J.A Orenga jugador?. Si, si, aquel Orenga jugador que en vísperas de Barcelona´92 se manifestaba y amenazaban con no jugar las
Olimpiadas si se permitía el tercer extranjero.
Y ya para ir cerrando, el tema jugadores.
Ahí queda claro y es evidente que J.A Orenga no es el Seleccionador nacional, sino más bien, y siendo
generosos, el entrenador de la Selección española de baloncesto.
Durante la temporada, dos jugadores por encima del resto,
fueron el foco de sus halagos, P. Ribas
y G. Gabriel. El primero no ha
entrado ni como invitado y el segundo tiene sitio gracias a la ausencia de Mirotic e Ibaka (Lo de la comparación con A. Iniesta, de traca).
Pero de esto, yo no le culpo. Todos sabemos que entre los
jugadores “seleccionables” hay diferentes grupos, y dos, bien definidos.
Uno, el compuesto por jugadores que, independientemente de
cual haya sido su rendimiento durante la temporada, tienen el puesto asegurado
(¿Alguien duda que de no acudir J.M
Calderón o Ricky el seleccionado
hubiese sido V. Sada?), los que van
por decreto y que podríamos denominar como “los hombres del Presidente” (¿Ha
sido la temporada de V. Claver mejor
que la de N. Martín o incluso J.A Antelo?. ¿Y la de San Emeterio mejor que la de P. Ribas o A. Corbacho?).
Y un segundo en el que se encuentran esos jugadores
que alguna vez se han saltado el guión y no han seguido al pie juntillas la
sinopsis marcada desde la FEB.
Está claro que la temporada de C. Suárez, R. Martínez o
F. Vázquez no ha sido espectacular,
pero aunque lo hubiese sido, difícilmente hubiesen tenido cabida entre los 12
elegidos (¿Qué tiene y puede aportar un actualmente lesionado X. Rey que no lo pueda ofrecer F. Vázquez?). Es lo que tiene rajar
contra la FEB. Quien la hace la paga.
Pero aun así y con todo esto, no olvidemos que J.A Orenga, por el momento, conduce el
barco de todos (capitanearlo, lo capitanea otro) y como tal, aunque guste más o
menos, se merece todo nuestro apoyo.
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