150 puntos de
anotación conjunta, este es el número. Lo mínimo exigible que debería darse en
un partido de baloncesto y más a día de hoy cuando nuestro basket no está
pasando por su mejor momento de audiencias, espectáculo y aceptación.
Por diferentes motivos, el baloncesto actual ha ido perdiendo
popularidad, le cuesta captar nuevos aficionados y el auge de otros deportes empieza
a atenazarle.
Incluso el propio baloncesto puede convertirse en el mayor
enemigo de nuestro basket ACB, ya
que tanto la Euroliga (envidiable la
forma de promocionarse) como la NBA
ofrecen un mayor espectáculo y calidad que una ACB anticuada y obsoleta, falta de ideas, sin promoción alguna y gobernada
por dirigentes obtusos, lerdos y de tal simplicidad intelectual que dan la
sensación de no tener ni puta idea de que va esto.
Señores, hay que saber vender el producto. Los tiempos han
cambiado, no es como antaño y el muñeco ya no se vende solo (aunque parece que
ustedes no se han dado cuenta).
Su obligación era la de tener algún plan, alguna estrategia y
estudiadas diferentes fórmulas para poder cambiar una dinámica tan negativa
como preocupante.
Este debería ser su principal cometido (ya que para eso
cobran y muy bien por cierto) y no dejarlo en manos del azar y confiar en que
“suene la flauta” y el aficionado vea la luz en forma de una ACB atractiva y atrayente.
Yo, como simple aficionado, lo primero que quiero es ver un
buen espectáculo y divertirme. Y ya sé que la cosa es mucho más compleja, que
no es tan simple, pero a mayor anotación, más entretenimiento.
Comiencen por ahí. Intenten desterrar el “hormigón” de las
canchas, incentiven el basket de ataque y compensen de alguna forma “el meter
una más” al “recibir una menos”. Seguro que no es fácil, pero más pronto que
tarde el aficionado lo agradecería.
Como he comentado al principio, la cifra de los 150 puntos es el número mágico. Con esa
cifra en el marcador (independientemente del resultado) de una cosa podemos
estar seguros, el partido habrá sido entretenido (no lo confundamos con
emocionante, que eso ya es otra historia). Y por medio de la diversión y el
entretenimiento, es como mejor se puede “enganchar” al nuevo aficionado y
mantener y conservar al viejo.
De todos los equipos que conforman la actual ACB, el que mejor parece haberlo
entendido es el R. Madrid. Y aunque
aún está por ver si este “estilo de juego” gana títulos, lo que nadie puede
negar es que a día de hoy, es el equipo más atractivo de ver.
El Estudiantes, Joventut y Valencia, parece que también se han apuntado a esta nueva moda del
“meter”. Tres equipos que junto al Madrid
y a un Baskonia que nunca especula, de
momento y a la espera de ver que pasa cuando la clasificación vaya definiendo
posiciones, apuestan por un baloncesto de ataque.
Y ya para ir terminando con esta primera parte, dos apuntes:
El primero. En estas primeras cinco jornadas, de los 45 partidos
disputados en 28 se ha pasado de estos 150 puntos. Este es un buen dato y de
mantenerse esta tendencia, sería una muy grata noticia para nuestro baloncesto.
Y segundo. Allá por 1994 los N.Y
Knicks, con un estilo de juego muy “particular”, se plantaron en la gran
final. Perdieron 3-4 contra los Houston Rockets,
pero su “estilo” caló y D. Stern, el
más listo del planeta basket, se dio cuenta de ello.
Los Knicks podían “intoxicarle” el producto
y aquello ni convenía, ni interesaba.
Algunos cambios en el reglamento (las famosas reglas
anti-Knicks) y algún que otro apaño y vuelta a la normalidad.
Allí prima el show, el espectáculo y como lo saben y lo
tienen claro, hacen todo lo posible para mantenerlo y que prevalezca.
Continuará… .
- Mi otro Blog, "2+1".